miércoles, 25 de enero de 2012

Tejería

Seguro que es una hora incierta, pero… ¿cuál no lo es? El tráfico humano dice más bien poco. El Casco Antiguo de Pamplona no deja de ser como Nueva York. Unos metros más arriba, quizá los bares de Estafeta estén atestados de personas, mientras unos metros más abajo no hay nadie. En Nueva York cuentan que doblas una esquina y todo el lujo que llevas en las retinas se refleja en el papel de estraza que envuelve la botella con la que alguien se calienta la noche al lado de una columna de vapor y quién sabe si un muerto reciente. Aquí también pasa, cada calle no tiene nada que ver con la de al lado. Puede ser que alguna de esas tres figuras que apenas son puntos que desciende Tejería hacia la Merced sea rica. Y que las dos que suben sean pobres. Igual la rica es infeliz y el pobre está contento porque algo bueno le ha pasado. O seguramente no sea así. Lo único cierto es que el suelo está mojado para todos. Y que llueve. Esto es Pamplona, amigo, aquí hay que salir de casa con la maleta repleta. Por la forma, podrían ser tres mujeres y dos hombres. Impares. Esto también pasa mucho. A lo mejor son amigos. Los cinco. Y se han puesto ahí para que los veamos. Uno de ellos, el situado más en primer plano a la izquierda, no se sabe si va a tomar la calle San Agustín o entrar en el locutorio que hace chaflán: ‘La Peruanita’. Ahí no va mucho local. Los sudamericanos hablan con sus países a un volumen de voz que no les haría falta el teléfono. Los africanos hablan tan rápido y tan a carcajadas o enfadados que aunque no les veas sus dientes blancos se reflejan en las pantallas de los ordenadores en los que alguien juega al poker o manda un correo o revisa las noticias. Eso cuando el ordenador no se cuelga, porque el negocio no da para muchos antivirus. Los eslavos hablan bajo y tan bien que dudas de quién es el eslavo. En el alto mostrador, al que apenas llega la dueña, productos típicos de muchos lugares y caramelos y gominolas para que se entretengan los niños y las niñas mientras sus padres y madres intentan volver aunque sea por unos minutos a casa o comunican que no les esperen, que no les esperen. Quizá ese hombre va al Alegría. Quizá allí también entrar sea como volver a casa. O a misa. O al Infernu, al Gunea, al Terminal, al Iris, al Garaxi, al Sua, a todos esos sitios que son como casas mullidas o según las horas y las circunstancias y la compañía son una mala elección. Bueno, esto último es mentira: ¿qué es una mala elección? ¿A dónde ira? Al Bodegas Riojanas no parece ir ninguno. Ni al Malkoa. Ni al antiguo Primi. Esos casi solo abren a la muy noche. Y, salvo excepciones, el fin de semana. Está todo muy concentrado. Llueve muy pocos días al año. Y casi todos nos juntamos en los mismos lugares a las mismas horas de la semana. Esos cinco son el claro ejemplo. Ninguno ha querido ponerse cerca. Es como si se necesitaran. Aunque ni se miren. Es que llueve. En Pamplona llueve mucho. Aunque llueva pocos días.
Los adoquines están preciosos. ¿Qué hora será?
Es lo mismo. El Alegría seguro que está abierto.

jueves, 19 de enero de 2012

Los tres tenores

‘Un barco de papel, con mi niña yo me iré, si es necesarioooooo.
La llevaré a una cabaña, que yo compré en la montañaaaa.
Y que pagué con mi perro, mis poemas y mi guitarraaaaa.
Y ahí, los dos vivireeeeeeeemos.
Y haremos un huerteciiiiiillo.
Y venderemos sus frutos.
Pa recuperar mi perro, mi guitarra y mis versillos’.

-    Esa es muy bonita, Brizna.
-    Lo sé.
-    ¿De quién es?
-    De Manuel.
-    Mía qué va a ser, Brizna.
-    Nunca saldremos de ‘honraos, contigo’. No te enteras. Manuel Molina.
-    No lo conozco.
-    Eso ya lo supongo. No sé cómo me casé contigo.
-    ¿Por el huertecillo?
-    Vamos a dejarlo, vamos a dejarlo, que hay trabajo.
-    Brizna, como hermano tuyo que soy…
-    Si no quieres tocar el acordeón, no la toques, pero ‘callao’ un rato ya estarás o qué.
-    Que digo…
-    ¿No has oído a Brizna?
-    No oigo otra cosa desde el 53.
-    Payos, al jaleo, que llegan turistas. ¿Volando voy?
-    Vamos allá.
-    ¿Y si cantas esa de Manuel?
-    No está hecha la miel para la boca del asno. Esta gente que viene a la trasera del Teatro Real es muy de grandes éxitos.
-    Pero es una pena perder ese arte que tú tienes, Brizna.
-    Eso me dijo la mama cuando me casé contigo.
-    Te quiero.
-    Y yo.
-    A mi está situación de carabina me empieza cansar.
-    ¡Tú naciste cansao! ¡Volando voy! Amos.
-    Enamorao de la viiiiiiiiida, aunque a veces dueeeeeeeele…


-    ¿Has visto, Jesús, esas minorías étnicas, que bien cantan? Échales unas monedillas.
-    Aún si cantasen ‘Las Bulerías de Manuel’…
-    ¿El qué?
-    Nada, nada.

martes, 17 de enero de 2012

Él nunca lo haría


Aquí donde me ven, yo tengo un pasado. Hubo un tiempo en el que fui asiento de mal culo. O de bueno, que yo de política ni sé ni quiero, bastante tengo con lo mío. Oí miles de conversaciones, vi a miles de personas y en mis brazos reposaron millones de papeles. Incluso en mi cuerpo central, sobre el que el último informe, como pueden comprobar, pasó mucho tiempo. Desde que lo dejaron ahí ni un solo día me volvieron a limpiar. Y me puse triste, como un agaporni al que le falta la pareja y muere de pena. Si al menos me hubiesen recortado los pelillos que me sobraban, si al menos me hubiesen pasado como hasta entonces un paño húmedo y suave para que no me acartonase. Pero mi dueño no lo veía así. Estaba más pendiente de su informe. Y de cambiar de sofá. Ya sé – o lo intuyo- que hay otros sofás mejores que yo, pero mírenme: pese a mi edad, aún estoy ‘cuadrao’. Vale, tengo la cadera izquierda algo más baja, correcto. Y unas cuantas tachuelas en cada pierna, bien, pero nada serio. A mi me das una ducha rápida, un poco de ambientador y me pones unas telas así étnicas que tanto se llevan y doy el pego. Tal vez mi color no sea el mejor, aunque a mi me resulta esperanzador. El verde es lo que tiene, aunque sea un verde oscuro. Ahora ha venido un señor a tirar la prensa aquí al lado –no le cabía, jijiji. Es que hacen unos agujeros enanos, la verdad, por eso estoy yo también vivaqueando en pleno enero, con el pelete que hace- y le he dicho que si no le importaba que se sentara conmigo y así leíamos los dos el periódico, que soy muy adicto. Me ha contestado que siendo yo que vale. Y eso hemos hecho. He leído que la empresa en la que está mi antiguo dueño igual se privatiza. Tonto nunca ha sido, mi dueño. De qué. La empresa ingresa 41 millones al año y gana 21, Audenasa se llama creo. Me suena. Es un nombre que he oído alguna vez, aunque creo que en el despacho él la llamaba ‘allí’: cuando vaya allí, cuando esté allí, si pudiera ir allí… Claves. Nunca te puedes fiar. A lo que iba, que hemos comentado que menudo ‘empresón’, que la mitad de los ingresos son beneficios. Oye, ni la droga. Eso es lo que me ha dicho el señor, que ni la droga. Yo de droga no sé nada. Y si supiera no diría, que allá cada cual con sus cosas. El caso es que seguro que ‘allí’ lo sofás son de piel, de esos que tienen formas redondeadas y parecen algo porque son caros. La piel suda un huevo, de toda la vida. Allá él ‘allí’. Quiero decir: que entras en una empresa que es de todos con un sueldo casi testimonial y al poco la privatizas con la excusa de que hacen falta ingresos y la nueva empresa resultante te coloca de medio jefe y con un sueldo que multiplica por mucho el anterior –con esos beneficios fácil, a ver qué empresa en 10 años amortiza una compra de estas- y te da para sofás de piel de culo de indio, que decía mi padre. Piel de culo de indio y de lo que haga falta.
Me siento como un agaporni. El señor se ha ido. Hace frío. La gente me mira con cara de entre asco y desprecio. Ni siquiera los bares de moda de Navarrería me quieren ya para sus decoraciones retro de los 70, ya pasó aquella época. Yo estaría bien en cualquier casa. Ver, oír y callar. Soy mullido, a mi manera. Me duele algo la espalda.
Pero es de todo lo que he tenido que soportar. Es que la vida no es una autopista.
Para un sofá sencillo.


domingo, 8 de enero de 2012

Me lo quitan de las ‘hands’

 

-         Señor Alcalde.
-         Llámame de tú.
-         Señor Tú.
-         Jodidos funcionarios… A ver, ¿qué hostias pasa?
-         Que no ha venido nadie.
-         Me mientes.
-         Bueno, veo a una señora con un chándal azul de tactel y a su marido. Serán de Toledo.
-         Aún queda media hora. Ten fe.
-         No, si fe tener tengo.
-         Las cosas al principio no son fáciles.
-         No, si yo…
-         ¿Es que te parece mal montar unos Sanfermines de invierno del 9 de enero al 15, con todo el fin de semana ahí al final, para que se nos ponga esto de turistas hasta las cartolas?
-         Yo…
-         ¿Para qué damos licencias de apertura de bares a troche y moche pues?, ¿para que se beban unas tristes cañas el día del juevintxo y un poco el sábado a la mañana y otro tirón el sábado a la noche, que además vienen todos mamaos de casa o de las sociedades? Pues las damos para lo que las damos.
-         Ya, pero justo después de Navidades…
-         ¿Y qué los organizamos, en junio? No te jode.
-         Igual esperar a que pase la cuesta de …
-         ¡La cuesta de Santo Domingo! A ver si te enteras, pelao: ¡no tenemos un puto clavo, necesitamos IAE’s, turistas, cuencos, tiendas, que haya mucha juerga, que la gente aparque mal, quitarles los baños públicos, ponerles una mierda de meaderos que tengan que esperar 20 minutos y meen en la calle, ponerles multas! ¡Necesitamos cash! ¿Qué agencia de publicidad ha ‘llevao’ todo el tema de San Fermín Blanco?
-         Es que ya el nombre…
-         ¿Cómo se llama?
-         Se llama 800.000 euros más un 15% por cada inserción en prensa, radio y televisión.
-         Rescinde el contrato.
-         Son 300.000 más si lo rescindimos antes de que acaben las fiestas.
-         Rescinde. ¿Y toda esa gente que cruza por delante a dónde cojones va?
-         De rebajas.
-         ¿Y toda esa gente no podía estar aquí de blanquico nuclear cocidos como gimnospermas y no comprando cosas que no les hacen falta?
-         Por poder…
-         ¡¡¡Ya lo tengo!!!
-         ¿El qué?
-         ‘Potada Park’. Vallamos lo Viejo y le llamamos ‘Potada Park’. Ampliamos horarios de bares hasta las 6, intervenimos los precios de los cubatas, cobramos un 20% de la recaudación, vendemos kebab’s en las oficinas de turismo, bocadillos de esos de jamón de Salamanca que venden enfrente a 3,50. ¡¡¡Nacionaliza esa tienda ya!!! Algo, hostia, algo.
-         Los vecinos igual se quejaban.
-         Los vecinos de lo Viejo son una banda de moñas. Si no se quejan de meadas, es de potadas, sino de la ley del tabaco, sino de los txistularis, de la recogida de vidrio, de las obras, de que cuando regamos las calles les mojamos las puertas y se les hinchan y no abren, sino de que la gente tiró petardos en Nochevieja…
-         No fueron petardos. Eran bombas. Esas tracas había que detonarlas.
-         Que se jodan.
-         Eso hicieron. Tenemos 400 quejas de que no apareció ni un Municipal.
-         No están los municipales para eso.
-         ‘Potada Park’ me parece un poco soez.
-         Soez es el estado de nuestras cuentas. ¿Tú eres el secretario del ayuntamiento o uno que pasa por aquí?
-         Yo le llamaría ‘Rincón de las Oportunidades’. Y todo con un 60% de descuento.
-         Menos los pisos.
-         Menos los pisos.
-         Y menos las multas.
-         Y menos las multas.
-         Montar más saraos.
-         Eso es.
-         Cada dos días.
-         O cada uno.
-         Y manifas.
-         Y contramanifas.
-         Subvencionar a los del 15M y que se instalen.
-         Con la pasta que nos ahorramos con las subcontratas.
-         Pero la Policía Municipal ni tocarla, cuantos más mejor.
-         Ni tocarla.
-         ‘Rincón de las Oportunidades’… No me disgusta.
-         Nos follamos toda la manzana de Jarauta, que total no va nadie, y hacemos un mini golf.
-         Y un estanque con truchas.
-         100 euros y puedes pillar tres truchas.
-         Vete a Cipriano y a ver a cuánto está la trucha.
-         Ya he ‘estao’: la reglamentaria, a unos 6.
-         ¿Y las antirreglamentarias?
-         Mejor.
-         Ésas.
-         Dile al de Cultura que la mierda de biblioteca que prepara en San Francisco que la pare.
-         Ya está adjudicada la obra.
-         Rescinde.
-         200.000.
-         Rescinde.
-         Rescindo.
-         Metemos ahí una maqueta de las Huertas de Aranzadi. Cinco euros la entrada y 7 si te llevas lechuga. ¿Qué hora es?
-         Menos 20.
-         Y ni Dios.
-         Efectivamente.
-         Y los renos en los corralillos.
-         Pasando un calor…
-         Peor que lo de Pamplona 2016.
-         Tampoco hay que pasarse.
-         Peor.
-         Que no.
-         Que sí.
-         No se venga abajo.
-         Vale, va. ¿Redactas tú las ordenanzas y tal y las llevamos mañana a pleno?
-         ¿Las vas a negociar con los socialistas?
-         ¿Qué socialistas?
-         Bueno, coño, los del PSN…
-         ¡Ah, sí, claro! Luego ya nos organizamos como siempre y eso. ¿Qué hora es?
-         Menos 15.
-         ¿Y si tiro el chupinazo ahora y así perdemos menos tiempo?
-         Por mi…
-         Con lo azulico que está hoy el cielo…
-         No desesperes.
-         Llámame de usted. ¡El mechero!