lunes, 30 de abril de 2012

Y así




Tras la firma en 1942 del acuerdo entre Brasil y Estados Unidos para que en Brasil se pasasen de extraer 18.000 toneladas de caucho a 45.000 con el objetivo de que Estados Unidos y los aliados contaran con el caucho necesario para la Segunda Guerra Mundial una vez que todo el mapa asiático del caucho había pasado a manos japonesas, cada trabajador firmaba un contrato con el SEMTA (Servicio Especial de Movilizaciones Hacia la Amazonia), que ofrecía un pequeño salario durante el viaje hasta la Amazonia. Después de la llegada –se calcula que fueron reclutados unos 100.000 hombres-, recibirían una remuneración del 60% de toda la supuesta ganancia que fuese obtenida con el caucho. El equipamiento que recibía cada trabajador, al firmar el contrato, consistía en: un pantalón de mezclilla azul, una camisa blanca de calicó, un sombrero de paja, un par de alpargatas de crín de caballo, una caneca, un plato, unos cubiertos, una hamaca, un cartón de cigarrillos Colomy y una mochila. Después de ser reclutados, los trabajadores eran alojados en un edificio construido para este fin, bajo rígida vigilancia militar, para después ser embarcados con destino al Amazonas en un viaje que llegaba a durar entre dos y tres meses. Para muchos de los trabajadores provenientes del nordeste y otras regiones de Brasil, esta aventura significó un camino sin regreso. Cerca de 30.000 trabajadores del caucho murieron abandonados en la Amazonia entre 1942 y 1945, después de haber agotado todas sus fuerzas extrayendo el oro blanco. Murieron de malaria, fiebre amarilla, hepatitis y atacados por animales como jaguares, serpientes y escorpiones. El gobierno brasileño incumplió su promesa de transportar a los soldados del caucho de vuelta a sus lugares de origen al final de la guerra; se calcula que consiguieron regresar (por sus propios medios) tan sólo 6.000 hombres. Los trabajadores sobrevivientes de esta batalla, son reconocidos como héroes nacionales en todo Brasil, de la misma manera que las fuerzas brasileñas que participaron en la Segunda Guerra Mundial.
El acuerdo de Washington lo firmaron Getúlio Vargas y Franklin Delano Roosvelt, el del Nuevo Trato. Nuevo Trato más viejo que la pana. ¿Trato o truco?
Estos tres chavales miran desde una ventana en un poblado cercano a Manaos, la capital amazónica de la fiebre del caucho entre 1879 y 1912 y 1943 y 1945. ¡Feliz 1 de mayo!
Pd: el 96,34% de este texto está cogido de Wikipedia.
 
 
 
 

domingo, 22 de abril de 2012

Ahí estará

Me dice el fotógrafo que hay una obra de teatro que se llama ‘Tres mujeres altas’ y que esta imagen se le recuerda. Ni idea. Los fotógrafos son personas muy raras. Yo solo veo árboles, en concreto 12. Y una farola con forma de tornillo o polo Twistter. Pueda ser que al fondo haya una papelera en forma de papelera con forma de Tigretón. También veo un cielo nublado, un paseo de adoquines serrados que tiene una leve cuesta y no diré que no que hay algo en el centro que quizás igual a lo mejor puedan ser tres mujeres, pero eso solo lo sabe él. Y ellas. Yo no estaba ahí. Dice, también, que si las miras de izquierda a derecha la de la izquierda del todo representa la vejes, la de en medio la madurez y la de la derecha la juventud. Sí que me he fijado que cada una es un poquito más alta que la anterior. O un poquito más baja. De nuevo: ni idea. ¿Qué es la juventud, la madurez y la vejez? Ya, ya, la teoría me la sé. O eso creo. Dice, para rematar, que bien podrían ser la misma mujer en tres etapas diferentes de su vida. Como esos montajes en los que uno o una se toma una imagen cada mañana y luego las pone a todo polvo y vas viendo cómo cambia. De cualquier manera, la foto es chula. Lo es porque las tres están andando, porque al final de esa cuesta seguro que se ve algo bonito, que lo mismo es el mar. Aunque aquí no hay mar. Encima parece que hace frío. Por la ropa que llevan. Bueno, en Pamplona el tiempo es muy cambiante. A ver si es llegar al final de la subida y ya te ha subido la temperatura 15 grados y sobra el abrigo. Unos abrigos muy navarros: bien coloridos. Es lo mismo. Lo alucinante de la foto es que son tres fotos en una y que Txemari hizo la primera hace 40 años, la segunda hace 20 y la tercera ayer. Y que esa señora de la izquierda pasará por ahí dentro de otros 20 y Txemari estará ahí y habrá sol.

martes, 17 de abril de 2012

A dónde


Si al menos me pudiese subir a esa nube, a esa larga de en medio. Parece un sofá de esos con prolongación que se compra ahora la gente y meten en el cuarto de estar y se aprieta todo tanto que te vas dando de hostias con las esquinas. El cuarto de estar. No me jodas. Me subiría en esa nube, fijo. Pongo la cabeza alejada de la dirección que lleve y que me saque de aquí. ¿A dónde irá? Si tira para la izquierda, a Zizur. En nada estás en Estella y enseguida en Logroño, de pinchos. Si es para la derecha, hacia Orbaiceta. Tiene que hacer buen frío en Orbaiceta. Además, no hay nada para ver en Orbaiceta. En prensa lo que es no viene nada. El cuarto de estar. No me jodas. Un coñazo es lo que es esto. Vale, veo pasar gente desde San Nicolás hacia Estafeta y Calderería. Y manifestaciones. Pero ya no es lo de antes. Antes había hostias a porrillo. Y coches. Me encantaba ver aparcar y desaparcar. E imaginarme las vidas de los que llegaban y se iban. Ahora veo peña haciendo eses, cuadrillas, abuelos y gente de baja. Así le llama una que yo me sé a los que van en chándal: ése estará de baja. Niños, también. En 10 o 15 años los veré entrar por la izquierda haciendo eses. Bueno, entrarán por la izquierda medio bien y saldrán de la derecha hechos unas sepias. No sé qué pasa a la derecha. Antes tenía también a tiro de estatua un kiosko de periódicos. Se lo follaron. Ahora venden cupones. ¿Para qué quiero yo que me toque el cuponazo, si no me puedo subir a esa nube? Luego está el tema del sol. Tengo la espalda calcinada. Coño, menos un rato a la tarde me pega en la espalda o de medio lao. Mucho Carlos III El Noble y mucho boato pero ni una peana giratoria para que me tueste a demanda. Accionable. ¿Que me apetece dorarme? Miro a Rodezno. ¿Que no? Pues hacia Eusko Alkartasuna. Supongo que sigue siendo Eusko Alkartasuna. No sé. La gente ya no me cuenta cosas. Hace años venía el de Peletería Rome en invierno y me echaba un abrigo encima. Ahora creo que venden libros. Yo mucho leer no hago. Leo nubes. Me vendría bien que derribaran toda la manzana de enfrente. Entera. A tomar por culo el Iruña y toda esa farsa. Vería más. Si tiran La Perla ya soy capaz de ponerme a andar. No sé. Por variar. El cuarto de estar. No me jodas. En la placa dice que le concedí a Pamplona no sé qué privilegio de no sé qué unión y algo de concordia perpetua. Bla bla bla. Las hamburguesas de la Tropicana son buenas. Eso es así.
¿A dónde irá esa nube? No me jodas. ¡Súbeme!
Niño, como me mees, te arranco la cabeza.
-         Mamá, ¿las estatuas hablan?
-         La Barcina, sí.
-         Esta me ha hablado.
-         ¿Hoy te he puesto Dolca o Milka?
-         ¿Y por qué llora?
-         Le habrá cagao una paloma.
-         ¿Le puedo dar un beso?
-         Vale.

jueves, 5 de abril de 2012

Al albur

-Esto no puede seguir así.
-No te entiendo.
-Este desbarajuste. Mandamos mensajes equívocos.
-No te entiendo.
-Para ser el Responsable de Comunicación eres lentico, ¡eh!
-Un respeto.
-Perdón. No podemos poner que está prohibido el paso a toda persona ajena al Seminario si lo que pretendemos precisamente es que venga más gente, más vocaciones. Y ya lo de que avisamos a la grúa…
-Era una oferta de 2x1.
-Grúas Albur será, al menos.
-Al albur pillé la oferta, sí.
-Te doy una última oportunidad. Te veo muy relajado. Estamos con el agua bendita al cuello.
-Es que no me termino de encontrar cómodo.
-¿Por?
-Mira: esto del cristianismo leí una vez que era la mejor campaña de marketing de la Historia. Y creo que es cierto. Siento que sobro: ¿qué voy a aportar?
-Explícate.
-Tú te montas una historia de que si eres bueno vas al cielo, de que si no pecas y eres bueno o te arrepientes si pecas, vas al cielo. Y la vida eterna y tal. Y a eso le añades unas cuantas virtudes de toda la vida de Dios y prometes la vida eterna y como nadie ha vuelto para contar si realmente hay cielo o no, pues es que ya está hecho. Coño, es un producto perfecto.Insuperable. Míralo: 2012 años y ahí está, tan campante.
-Visto así. ¿Entonces por qué hay menos vocaciones?
-Es un ciclo económico como otro cualquiera. Ya verás ahora con la crisis.
-La gente de repente va a empezar a ver lucecicas y se nos va a poner todo de bote en bote.
-¿Por eso los carteles?
-Por eso, es que aquí lo que necesitamos es paz, ¿no, padre?
-Pero sin pasarnos de paz. Me ha gustado la teoría esa del marketing.
-No es mía.
-Estás despedido.
-Pensaba que no me lo iba a decir nunca.
-Pasa por administración y que te hagan la liquidación.
-Gracias.
-A ti.
-Mucha suerte.
-Lo mismo, hijo. No te olvides de rezar.

-Rezo constantemente.